Para muchos expertos, las TIC en educación abren una puerta a los nuevos modelos metodológicos centrados en el alumno y el aprendizaje por investigación, además, resaltan que las tecnologías se adaptan a los intereses de los alumnos, consiguiendo una mayor motivación en las aulas, debido al dinamismo de sus servicios (vídeo, audio y texto se conjugan para facilitar tareas novedosas). Las TIC en educación facilitan entornos de aprendizaje en los que el ensayo y error y el análisis del aprendizaje (autoevaluación) forman parte de la enseñanza.

La utilización de estrategias educativas atractivas para el alumnado estimula a éste y consigue mayor implicación en las tareas escolares. Un alumnado estimulado en clase consigue mejores resultados, posee una visión mucho más positiva de la escuela, ve a ésta como un lugar para aprender y vivir nuevas experiencias. La escuela debe ser un lugar en el que niños y niñas desarrollen todo su potencial tanto físico como mental, debe propiciar el mayor aprendizaje posible y por consiguiente debemos obtener alumnos capaces de enfrentarse a la sociedad con las mejores garantías de éxito.

Con la inclusión de las TIC y su correcta utilización conseguimos una escuela viva, que garantiza el desarrollo integral de nuestros alumnos, y que proporciona nuevos modos de aprender, eliminando barreras espacio-temporales, aumentando las posibilidades de información, creando escenarios más atractivos, interesantes y flexibles para el aprendizaje, potenciando el autoaprendizaje y facilitando una formación permanente.

Con la utilización de las TIC, se potencia una clase en la que principalmente los alumnos son participes de su propio aprendizaje, el profesor orienta, pero no ordena y los alumnos se esfuerzan para resolver sus propios desafíos.

 VVAA. (2007) Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación. Madrid. McGrauw-Hill